lunes, 28 de septiembre de 2009

La inspiración II: El buey sobre el tejado

Hoy os voy a hablar de una obra que había escuchado muchas veces pero cuya peculiar historia hasta ahora no conocía. Se trata de "Le boeuf sur le toit" o "El buey sobre el tejado", compuesta por Darius Milhaud en 1919. Escuchemos un fragmento de la obra para empezar:



Darius Milhaud, nacido en Marsella en los últimos años del siglo XIX, se sintió atraido a lo largo de su vida por muchas de las músicas que se cruzaron en su camino; por ejemplo por las melodías populares de su tierra natal francesa, o por melodías del renacimiento, también en gran medida por el jazz, etc... Sus composiciones se caracterizan por una politonalidad y un ritmo que las impregna de vitalidad y optimismo.

Cuando aún era muy joven, con veinticuatro años se marchó a trabajar como secretario del que era por aquel entonces embajador francés en Brasil, el poeta y dramaturgo (además de diplomático) Paul Claudel. Durante su estancia de dos años en Río de Janeiro tuvo la oportunidad de impregnarse de los ritmos de canciones, tangos, sambas, maxixas, y también fados portugueses, y recogió varias melodías de compositores brasileños que eran muy conocidas en aquel momento. En la página "As crônicas bovinas", dedicada al estudio de la obra, podéis leer cómo el propio autor explica la experiencia del contacto con la música brasileña.

A su regreso a Francia, en 1919, Milhaud recibe el encargo de escribir la música para una película muda de Charles Chaplin. De esta manera escribe la primera versión de "Le boeuf sur le toit", inicialmente para violín y piano. Se trata de una obra en forma de rondó que recoge todas estas melodías traídas de Brasil ...lo curioso del asunto es que las recoge tan literalmente que se le llegó a acusar de plagio. Entenderemos mejor las razones de dicha acusación si echamos un vistazo a la estructura de la obra. Únicamente parece haber una melodía compuesta por el propio Milhaud, el tema recurrente de rondó que aparece como nexo entre unas y otras secciones.

El título de la obra proviene de una de las obras "citadas", un tango compuesto en 1918, "O Boi no telhado". Posteriormente, el compositor hizo una versión para orquesta de cámara destinada a representarse con un ballet cuyo guión (Jean Cocteau) y coreografía tenían un marcado carácter surrealista. Dicho ballet se estrenó en 1920. Cosas de la vida, un año después el bar al que acudían habitualmente los autores, decidió cambiar de sitio y de nombre, adoptando también el de la obra, y el establecimiento tuvo tanto éxito que llegó un momento en que la gente ya no sabía si había sido antes el huevo o la gallina, creyendo que la obra se llamaba así debido al local y no al contrario.

En cualquier caso la obra desborda belleza y energía y aún hecha de retales, está hilvanada (y orquestada) con una gracia que pocos en este mundo tienen. La reflexión consiguiente podría ser que no importa tanto de qué partes está compuesto el todo mientras que el todo sea más que la suma de las partes.

Os dejo también unas fotografías de la representación del ballet para que veais sus curiosos personajes.

lunes, 21 de septiembre de 2009

la inspiración

Es bien sabido que la naturaleza es fuente contínua de inspiración para los artistas.
Este es el curioso caso de un brasileño, director de anuncios publicitarios que también se dedica a la música electrónica, Jarbas Agnelli, que encontró en una revista una foto de unos pájaros posados en un cable eléctrico, y se le ocurrió...

Birds on the Wires from Jarbas Agnelli on Vimeo.